UN SONETO DE RONSARD, CON EL TEMA DEL CARPE DIEM
Sonnet à Hélène
Quand vous serez bien vieille, au soir, à la chandelle,
Assise auprès du feu, devidant et filant,
Direz, chantant mes vers, et vous esmerveillant :
Ronsard me celebroit du temps que j'estois belle.
Lors vous n'aurez servante oyant telle nouvelle,
Desja sous le labeur à demy sommeillant,
Qui, au bruit de Ronsard, ne s'aille réveillant,
Benissant vostre nom de louange immortelle.
Je seray sous la terre, et, fantosme sans os,
Par les ombres myrteux je prendray mon repos;
Vous serez au fouyer une vieille accroupie,
Regrettant mon amour et vostre fier desdain.
Vivez, si m'en croyez, n'attendez à demain ;
Cueillez dés aujourd'huy les roses de la vie.
Soneto a Helena
Cuando bien vieja seas, sentada ante el crepúsculo
Y el candil y los leños, devanando e hilando,
Dirás aún asombrada, al entonar mis versos:
¡Ronsard me celebró en el tiempo en que fui bella!
Entonces no tendrás sirvienta a quien decírselo
Que aletargada ya de las tantas labores,
Al oír de Ronsard despierte de su sueño
A bendecir tu nombre con loas inmortales.
Yo estaré bajo tierra, y fantasma sin huesos,
Por lo mirtos umbríos buscaré mi reposo;
Y tú ante el fuego serás vieja decrépita,
Añorando mi amor y tus fieros desdenes.
Por favor, vive y nada esperes del mañana;
Recoge desde hoy mismo las rosas de la vida.
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